sábado, 28 de noviembre de 2009


NO VOLVERÁS A PEGARME


Esta mañana me he levantado y me he mirando en el espejo..
Me asusté de la mujer que tenia ante mis ojos..
No era yo, sino que era la víctima del amor que te tengo, del miedo que me impones, de la cobardia que me tiene dominada.
Te quiero tanto, o te quería, ya ni se lo que siento por ti…

Los niños aun duermen, espero que anoche no hay an oído los golpes secos que me diste para ahogar esa rabia que te inunda.
Yo por si acaso, grité bajito , ahogué mis llantos, el dolor de los golpes y mis lamentos entre las sábanas y las mantas, a tu lado, porque tú lo dices siempre “ sin tí no soy nada, sin tí no soy nadie”
Pero me pregunto que soy a tu lado.
Ya no reconozco a la que vive bajo los moretones, a la que no siente ni alegría , ni pena, a la que ve a sus hijos crecer con la sonrisa de su cara al revés…tampoco reconozco al hombre con el que me acuesto, el que me prometió su amor eterno , el que me dijo que me amaría hasta que la muerte nos separase…

He pensado tantas veces en el modo de separarme de tí,
en el modo de irme lejos, pero no soy capaz, no se distinguir en si no lo hago porque te tengo miedo o porque te quiero.
Es que eres tan diferente a veces, tan cariñoso, cuando me traes las flores,

cuando me dices que soy una tonta, que te pones asi conmigo porque yo no hago las cosas bien. Pero yo no estoy segura de que sea cierto lo que dices, yo creo que tu bebes demasiado, pero prefiero no decírtelo porque te enfadas porque me lo niegas, porque me dices que estoy loca. Y si, es verdad, estoy empezando a volverme loca, y tal vez si no fuera por mis hijos , seria mas fácil morirme en tus manos o en las mías que luchar por vivir.
La familia me pregunta demasiadas veces de que son los moretones de la cara , de los brazos, les miento, les digo que me caigo que soy muy torpe, incluso, le he dicho a los médicos , del hospital al que me llevaste la última vez, que no pongan una denuncia, que tú no tienes la culpa, que la culpa es solo mía… pero ellos no me creen.
Me he planteado irme, se que esa denuncia irá adelante y se que si la saco, si digo que todo es mentira, acabarás matándome delante de mis hijos, y si me voy, tal vez me mates de todos modos, pero al menos me moriré, luchando por lo que quiero, mi vida y mi libertad…
Ya no quiero seguir viendo mi cara lastimada.

Ya no quiero seguir viendo el miedo y el terror en la cara de mis niños.
Ya no quiero seguir teniéndote miedo, tú no eres mas fuerte que yo, sinó que eres mas débil, por eso me pegas, para afianzar tu valor en mi debilidad.



Tú no eres nadie sin mi por eso no me dejas ir, pero yo estoy segura de que puedo salir adelante sin tí y lo voy a intentar.

Autora: Lua en http://lua-divagando.blogspot.com/

domingo, 1 de noviembre de 2009

Eso No es Amor

Si necesitas a alguien para ser feliz... eso no es amor.
ES CARENCIA.

Si tienes celos, inseguridad y haces cualquier cosa por mantener a alguien a tu lado, aún sabiendo que no eres amado ... eso no es amor.
ES FALTA DE AMOR PROPIO.

Si crees que tu vida queda vacía sin esa persona ... no consigues imaginarte solo ... y mantienes una relación que se acabó ... eso no es amor.
ES DEPENDENCIA.

Si piensas que el ser amado te pertenece te sientes dueño y señor de su vida y de su cuerpo... eso no es amor.
ES EGOISMO.

Si no lo deseas ... no te realizas como hombre o mujer con esta persona, prefieres no tener relaciones íntimas con ella, sin embargo sientes agrado al estar a su lado ... eso no es amor.
ES AMISTAD.

Si discuten por cualquier motivo, les falta acuerdo en diversas situaciones, no les gusta hacer las mismas cosas ... pero hay un deseo de estar íntimamente juntos .... eso no es amor.
ES DESEO.

Si tu corazón late más fuerte, el sudor se pone intenso, tu temperatura sube y baja, sólo en pensar en la otra persona ... eso no es amor.
ES PASION.

Ahora, que ya sabes lo que NO ES AMOR, es más fácil analizar lo que pasa contigo y procurar atraer a alguien por la que sientas afecto, deseo, pasión, necesidad , ansiedad ... y que este alguien sienta lo mismo por ti.

martes, 27 de octubre de 2009

La clase media

Clase media
medio rica
medio culta
entre lo que cree ser y lo que es
media una distancia
medio grande
Desde el medio mira medio mal a los negritos
a los ricos
a los sabios
a los locos
a los pobres
Si escucha a un Hitler
medio le gusta
y si habla un Che medio también
En el medio de la nada
medio duda
como todo le atrae (a medias)
analiza hasta la mitad todos los hechos
y (medio confundida) sale a la calle con media cacerola
entonces medio llega a importara los que mandan (medio en las sombras)
a veces, solo a veces, se da cuenta (medio tarde) que la usaron de peón
en un ajedrez que no comprende
y que nunca la convierte en Reina
Así, medio rabiosa
se lamenta (a medias)
de ser el medio del que comen otros
a quienes no alcanzan a entender ni medio.

Autor: Daniel Cézare

jueves, 8 de octubre de 2009

Asunto: ESTAFA en Mercadona




Hola a tod@s:

Cuidado, que no os pase como a mí. Os aviso de una estafa que están realizando estos días en todos los mercadonas de España y en la que están cayendo bastante gente. La hacen en el parking.

Así funciona el timo: dos chicos muy guapos de entre 28 y 30 años se acercan al coche mientras estas colocando en el maletero tus compras del centro comercial. Entonces empiezan a limpiarte el parabrisas con esponjas mientras se mojan aposta sus ajustadas camisas haciendo gala de su musculatura y lanzandote todo tipo de puntas sensuales.


Cuando al final, para darles las gracias, intentas darles una propina ellos renuncian y piden en cambio que los lleves a Plaza España. Si aceptas suben y se sientan en los asientos posteriores. Mientras conduces empiezan a hacerte miles de halagos y comienzan a masajearte, unos masajes tan bien hechos que te es imposible negarte. Cuando llegas a tu destino, uno de ellos, haciéndose el agradecido, se sube en el asiento anterior y te echa un polvo bestial con un arte que te es imposible negarte, mientras el otro, sin darte cuenta te roba la bolsa del pan y los yogures.

Con este ingenioso sistema me han robado la compra el martes, el miércoles, dos veces el jueves, otra vez el sábado y probablemente también mañana por la tarde.


ADIOS ME VOY A COMPRAR!

domingo, 16 de agosto de 2009

La consciencia.

Me gustaría empezar a hablar de la consciencia haciendo una pregunta muy simple: ¿Quién eres? Es esta una pregunta habitual o, al menos, no infrecuente. La respuesta a esta pregunta revelaría muchas cosas sobre el individuo: Así, muchos nos responderán dándonos su nombre y apellidos. Es lo más normal y, sin embargo, no ha respondido a nuestra pregunta; nos ha revelado tan sólo con qué nombre se le conoce. Otros nos hablarán de su carrera. Hay personas que en un santiamén son capaces de relatarte su currículum y su carrera. En este caso seguimos sin saber quién es. Incluso en ambientes más familiares puede que nos hagan una sucinta lista de sus intimidades: personalidad, sueños, pensamientos...

Hay respuestas menos habituales, pero sí más científicas. Algunos biólogos serían capaces de asociar a una persona con un mapa genético, con una impresión retinal, dactilar... con muchas características ineludiblemente propias e irrepetibles. Al menos, en la naturaleza.

Y sin embargo esa respuesta es insatisfactoria. Si yo soy mi mapa genético, impresión dactilar y demás características físicas, cuando fallezca, mi cadáver ¿soy yo? Realmente lo dudo. Personalmente no sé si estaré en uno u otro sitio tras ese momento (aunque estoy seguro que lo descubriré más tarde o más temprano; espero que tarde) pero estoy convencido que mi ser, quién soy, no es ese montón de carne y, sin embargo, tiene mi mapa genético y demás características identificativas.

¿Quién soy realmente? Me viene a la mente la definición irrefutable que da Dios a Moisés: "Yo soy el que soy".

Y me apropio de ella. Y extraigo lo más importante: YO SOY. Soy consciente de que soy, existo. Y esa consciencia define mi ser.

II

Hemos concluido que nuestro ser es nuestra consciencia. De modo que todo intento que hagamos por incrementar nuestro ser debe pasar por incrementar nuestra consciencia.

Y ahí encontramos el primer problema. ¿Cómo incrementar nuestra consciencia? Bien. Sin duda es lo que se pretende en estos escritos y cada uno aportará su opinión, pero independientemente de que queramos dirigir nuestra consciencia en uno u otro sentido, lo primero que hemos de hacer es fortalecerla disminuyendo el grado de inconsciencia.

Porque ese es un hecho que me alarma. Si lo que define el ser es esa consciencia que piensa, siente y existe y no el trozo de carne que realiza acciones o pensamientos programados como un piloto automático... ¿No deberíamos hacer lo posible para que esa consciencia estuviera siempre presente? Observo sin embargo que la existencia de muchos seres humanos consiste precisamente en reducir el grado de consciencia y alcanzar el automatismo. El riesgo de que el inconsciente entre en áreas de la consciencia está continuamente presente. Y no creamos que porque pensamos o razonamos somos conscientes. Del mismo modo podemos pensar o razonar de modo automático.

Fíjate en el entorno que te rodea. Pero ahora fíjate bien. Los colores, las formas. Los olores, los sonidos, las sensaciones... Tu consciencia pasa el día adormecida. ¿Eres capaz de decir cuántos botones tiene la camisa que llevas puesta? ¿Y los últimos diez libros que has leído? Bueno, quizá pensemos que eso entra en la capacidad de observación y no tanto en las capacidades de la mente, pero cada instante se producen un número de experiencias sensoriales casi infinito. ¿Sientes algo? Probablemente no. Y sin embargo la ropa que llevas toca en miles de puntos de tu piel. ¿No los notas? Del mismo modo en tu mente se están produciendo infinitos procesos. ¿Acaso estas palabras no están compuestas de letras, acaso el reconocimiento de cada una no es un recuerdo instantáneo, acaso esos recuerdos no asocian otros? ¿Y esos otros más? ¿Y no estás procesando cada reacción sensorial de tu organismo?

Y al igual que preguntaba del mundo material ¿Eres consciente de todo ello? En todo el día, ¿Has sido consciente del universo que te rodeaba y del que habita en tu mente, o has sido un mero receptor de reacciones químicas perfectamente clasificables y emisor de respuestas preprogamadas? Hoy... ¿Has sido consciente? ¿Cuánto tiempo? ¿Y ayer?


El tiempo se acaba.

El día en que adquiriste la conciencia se creó un Dios. Un ser que afirma: YO SOY. Cree en él. Adórale. Tenle presente, porque cuando desaparece, dejas de existir. Aunque tu corazón lata. Aunque tu cerebro razone.

Sé consciente.

Sé.

domingo, 22 de febrero de 2009

de Arturo Pérez-Reverte

AMOR GAY


Nunca antes me había fijado en la cantidad de parejas homosexuales que se ven paseando por Venecia. Los encuentras caminado por los puentes, a la orilla de los canales, cenando en los pequeños restaurantes del casco viejo. No suele tratarse de dúos espectaculares, sino todo lo contrario: gente discreta, tranquila, a menudo con aspecto educado.

Mirando a los demás aprendes cantidad de cosas, y en el caso de estas parejas siempre me encanta sorprender sus gestos comedidos de confianza o afecto, el reparto convencional de roles que suele darse entre uno y otro, la ternura contenida que a menudo sientes flotar entre ellos, en su inmovilidad, en sus silencios.

Pensaba en todo eso el otro día, a bordo del vaporetto que cubre el trayecto de San Marcos al Lido. Sobre la laguna soplaba un viento helado, los pasajeros íbamos encogidos de frío, y en un banco de la embarcación había una pareja, hombre y hombre, cuarentones, tranquilos.

Se sentaban muy juntos, apoyado discretamente un hombro en el del compañero, en un intento de darse calor. Iban quietos y callados, mirando el agua verdegris y el cielo color ceniza. Y en un momento determinado, cuando el barco hizo un movimiento y la luz y la gama de grises del paisaje se combinaron de pronto con extraordinaria belleza, los vi cambiar una sonrisa rápida, fugaz, parecida a un beso o una caricia.

Parecían felices. Dos tipos con suerte, pensé. Aunque sea dentro de lo que cabe. Porque viéndolos allí, en aquella tarde glacial, a bordo del vaporetto que los llevaba a través de la laguna de esa ciudad cosmopolita, tolerante y sabia, pensé cuántas horas amargas no estarían siendo vengadas en ese momento por aquella sonrisa.

Largas adolescencias dando vueltas por los parques o los cines para descubrir el sexo, mientras otros jóvenes se enamoraban, escribían poemas o bailaban abrazados en las fiestas del Instituto. Noches de echarse a la calle soñando con un príncipe azul de la misma edad, para volver de madrugada, hechos una mierda, llenos de asco y de soledad.

La imposibilidad de decirle a un hombre que tiene los ojos bonitos, o una hermosa voz, porque, en vez de dar las gracias o sonreír, lo más probable es que le parta a uno la cara.

Y cuando apetece salir, conocer, hablar, enamorarse o lo que sea, en vez de un café o un bar, verse condenado de por vida a los locales de ambiente, las madrugadas entre cuerpos Danone empastillados, reinonas escandalosas y drag queens de vía estrecha. Salvo que alguno -muchos- lo tenga mal asumido y se autoconfine a la alternativa cutre de la sauna, la sala X, la revista de contactos y la sordidez del urinario público.

A veces pienso en lo afortunado, o lo sólido, o lo entero, que debe de ser un homosexual que consigue llegar a los cuarenta sin odiar desaforadamente a esta sociedad hipócrita, obsesionada por averiguar, juzgar y condenar con quién se mete, o no se mete, en la cama.

Envidio la ecuanimidad, la sangre fría, de quien puede mantenerse sereno y seguir viviendo como si tal cosa, sin rencor, a lo suyo, en vez de echarse a la calle a volarle los huevos a la gente que por activa o por pasiva ha destrozado su vida, y sigue destrozando la de los chicos de catorce o quince años que a diario, todavía hoy, siguen teniéndolo igual que él lo tuvo: las mismas angustias, los mismos chistes de maricones en la tele, el mismo desprecio alrededor, la misma soledad y la misma amargura.

Envidio la lucidez y la calma de quienes, a pesar de todo, se mantienen fieles a sí mismos, sin estridencias pero también sin complejos, seres humanos por encima de todo. Gente que en tiempos como éstos, cuando todo el mundo, partidos, comunidades, grupos sociales, reivindica sus correspondientes deudas históricas, podría argumentar, con más derecho que muchos, la deuda impagada de tantos años de adolescencia perdidos, tantos golpes y vejaciones sufridas sin haber cometido jamás delito alguno, tanta rechifla y tanta afrenta grosera infligida por gentuza que, no ya en lo intelectual, sino en lo puramente humano, se encuentra a un nivel abyecto, muy por debajo del suyo.

Pensaba en todo eso mientras el barquito cruzaba la laguna y la pareja se mantenía inmóvil, el uno contra el otro, hombro con hombro. Y antes de volver a lo mío y olvidarlos, me pregunté cuantos fantasmas atormentados, cuántas infelices almas errantes no habrían dado cualquier cosa, incluso la vida, por estar en su lugar. Por estar allí, en Venecia, dándose calor en aquella fría tarde de sus vidas.



martes, 10 de febrero de 2009

No hagas caso del rumor. No seas tú mismo un instrumento para crear el caos. Tratemos de construir, no de destruir

Imagínese usted un pueblo muy pequeño donde hay una señora vieja que tiene dos hijos, uno de 17 y una hija de 14. Está sirviéndoles el desayuno y tiene una expresión de preocupación. Los hijos le preguntan qué le pasa y ella les responde: No sé, pero he amanecido con el presentimiento de que algo muy grave va a sucederle a este pueblo´.

El hijo se va a jugar al billar, y en el momento en que va a tirar una carambola sencillísima, el otro jugador le dice: Te apuesto un peso a que no la haces´. Todos se ríen. El se ríe. Tira la carambola y no la hace. Paga su peso y todos le preguntan qué pasó, si era una carambola sencilla Y él contesta: `es cierto, pero me ha quedado la preocupación de una cosa que me dijo mi madre esta mañana sobre algo grave que va a suceder a este pueblo´. Todos se ríen de él, y el que se ha ganado su peso regresa a su casa, donde está con su mama, o una nieta o en fin, cualquier pariente, feliz con su peso dice y comenta: Le gané este peso a Dámaso en la forma más sencilla porque es un tonto.

-¿Y porqué es un tonto?

-Porque no pudo hacer una carambola sencillísima estorbado con la idea de que su mamá amaneció hoy con la idea de que algo muy grave va a suceder en este pueblo. Y su madre le dice: No te burles de los presentimientos de los viejos porque a veces salen. Una pariente oye esto y va a comprar carne. Ella le dice alcarnicero: `Déme un kilo de carne´ , y en el momento que la está cortando, le dice: Mejor córteme dos, porque andan diciendo que algo grave va a pasar y lo mejor es estar preparado´. El carnicero despacha su carne y cuando llega otra señora a comprar un kilo de carne, le dice: `mejor lleve dos porque hasta aquí llega la gente diciendo que algo muy grave va a pasar, y se están preparando y comprando cosas´. Entonces la vieja responde: `Tengo varios hijos, mejor déme cuatro kilos...´ Se lleva los cuatro kilos, y para no hacer largo el cuento, diré que el carnicero en media hora agota la carne, mata a otra vaca, se vende toda y se va esparciendo el rumor. Llega el momento en que todo el mundo en el pueblo, está esperando que pase algo. Se paralizan las actividades y de pronto a las dos de la tarde. Alguien dice:

-¿Se ha dado cuenta del calor que está haciendo?

-¡Pero si en este pueblo siempre ha hecho calor! Tanto calor que es un pueblo donde los músicos tenían instrumentos remendados con brea y tocaban siempre a la sombra porque si tocaban al sol se les caían a pedazos.

-Sin embargo -dice uno-, a esta hora nunca ha hecho tanto calor.

-Pero a las dos de la tarde es cuando hace más calor.

-Sí, pero no tanto calor como ahora. Al pueblo desierto, a la plaza desierta, baja de pronto un pajarito y se corre la voz:`Hay un pajarito en la plaza´. Y viene todo el mundo espantado a ver el pajarito.

-Pero señores, siempre ha habido pajaritos que bajan.

-Sí, pero nunca a esta hora. Llega un momento de tal tensión para los habitantes del pueblo, que todos están desesperados por irse y no tienen el valor de hacerlo.

-Yo sí soy muy macho -grita uno-. Yo me voy. Agarra sus muebles, sus hijos, sus animales, los mete en una carreta y atraviesa la calle central donde todo el pueblo lo ve. Hasta que todos dicen: `Si este se atreve, pues nosotros también nos vamos´. Y empiezan a desmantelar literalmente el pueblo. Se llevan las cosas, los animales, todo. Y uno de los últimos que abandona el pueblo, dice: `Que no venga la desgracia a caer sobre lo que queda de nuestra casa´, y entonces la incendia y otros incendian también sus casas. Huyen en un tremendo y verdadero pánico, como en un éxodo de guerra, y en medio de ellos va la señora que tuvo el presagio, le dice a su hijo que está a su lado: `¿Vio m´ijo, que algo muy grave iba a suceder en este pueblo?´

ESTO SE LLAMA PROFECÍA AUTO-CUMPLIDA. No hagas caso del rumor. No seas tú mismo un instrumento para crear el caos. Tratemos de construir, no de destruir.

LA CRISIS ECONOMICA ESTARÁ UN TIEMPO, PERO LOS UNICOS QUE LA AFRONTAREMOS Y SOLUCIONAREMOS ESTAMOS EN ESTE PLANETA, PON TU GRANITO DE ARENA HACIENDO CADA DIA MEJOR TUS LABORES, NO IMPORTA SI TU SUELDO ES MENOS O NADA, SAQUEMOS ESTO ADELANTE Y VALOREMOS LA EXPERIENCIA QUE A ESTA GENERACION NOS ESTA TOCANDO VIVIR. Y CADA VEZ QUE ESCUCHES QUE ESTAMOS EN CRISIS ECONOMICA RECUERDA QUE EL RUMOR SE HA HECHO CADA VEZ MAS GRANDE Y QUE QUIZA NO ES UN MAR DE PROBLEMAS SINO UN CHARCO POR BRINCAR.


"Sólo se ve bien con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos"